Ida Wood tuvo una vida glamurosa, pero investigadores se dieron cuenta de que todo era falso

En 1931, sucedió algo que nunca antes había pasado en la habitación 552 del hotel Herald Square de Nueva York: la puerta se abrió. Salió una cabeza encrespada y canosa, que rápidamente se volvió hacia la sirvienta cercana y gritó: “Mi hermana está enferma. Consiga un médico". La anciana que pidió ayuda había estado escondida dentro de su suite durante 24 años, y cuando finalmente contó la historia de su vida, la gente no sabía si era excéntrica, patológica o ambas cosas.

Una vida llena de mentiras

Si Mary no hubiera muerto antes que Ida, existe la posibilidad de que el mundo nunca hubiera escuchado la extraña y fantástica historia de Ida Mayfield Wood. Pero murió, e Ida, que se quedó sola en su habitación de hotel rodeada de extraños, ya no pudo contener la historia de su vida más extraña que la ficción.

No molestar

Antes de que los investigadores pudieran buscar en la habitación de hotel de Ida, tenían que averiguar por qué Ida se convirtió en una reclusa. Los registros del hotel no les decían mucho, solo que Ida, Mary y la hija de Ida, Emma, se habían mudado a la suite en 1907 y habían cerrado la puerta con llave.

Ancianas excéntricas

Emma falleció en 1928, dejando solo a Ida y Mary solas en la suite. Las breves interacciones con las hermanas convencieron a los botones y doncellas de una cosa: eran raras. Para las hermanas, el dinero y la higiene no eran exactamente sus prioridades.

Dinero secreto

Según una empleada doméstica, las hermanas le permitieron lavar las sábanas y las toallas solo dos veces. Ida solía decirle a un botones que su propina de 10 centavos era el único dinero que tenía en el mundo, y luego pagaría las facturas del hotel con montones de efectivo.